Desde que Gabriel Boric asumió la presidencia de la república, se pronunció acerca de la prioridad que tiene su Gobierno en lo que respecta a la zona de conflicto en la macrozona del sur del país. En esta línea, el pasado 6 de abril, la ministra del Interior Izkia Siches manifestó medidas que se tomarán al respecto acerca del pueblo mapuche para llegar a un acuerdo con el Estado. Sin embargo, este anuncio causó descontento en un grupo radical y aseguraron que se negarán al diálogo.
Héctor Llaitul, líder de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), una de las organizaciones radicales de defensa mapuche, aseguró que su pueblo no dialogará con Izkia Siches. “Con esta posición que asume, ya no la consideramos una interlocutora válida. No tenemos la más mínima intención de dialogar cuando hay discursos de este tipo”, sentenció en una entrevista para un medio local. Estas declaraciones se produjeron luego de que Siches anunciara, ante la Cámara de Diputados, un refuerzo de la presencia policial en la zona sur del país.
Asimismo, agregó que el Gobierno de Gabriel Boric trata de hacer “un parangón artificioso” con “la violencia que ejerce la resistencia mapuche a la hora de confrontar con los intereses de los bienes capitales y contra la represión que se ejerce de manera brutal y criminal en el Wallmapu”. Cabe recordar que, desde hace décadas, está instalado un enfrentamiento territorial ente pueblos originarios mapuches, el Estado y empresas agrícolas y forestales.
Por su parte, en su viaje a Buenos Aires, Gabriel Boric brindó una entrevista a medios argentinos donde aseguró: “Nosotros hemos decidido un camino que es el del diálogo, y ese diálogo les va a molestar a muchos. Les va a molestar a quienes creen que a partir de la violencia o el enfrentamiento se pueden conseguir cosas”. No obstante, la violencia en La Araucanía se ha ido incrementando con el correr de los días, donde activistas de esta comunidad se han manifestado con dureza contra los secretarios de Gobierno Izkia Siches y Manuel Monsalve.