María Gracia Omegna es una de las actrices más integrales de la industria dramática nacional. Tranquilamente puede desempeñar un rol antagónico o protagónico. Cualquier personaje que interpreta lo hace muy bien. Este año fue protagonista del éxito “Amar Profundo”, teleserie nocturna de Mega, junto a Nicolás Oyarzún. Por segunda vez fueron los personajes principales de una historia, y la audiencia les respondió bien, dejándolos siempre en el primer lugar en su franja horaria.
En esta nota de "Chile Al Instante", queremos contarte un lado de María Gracia que a veces pasa desapercibido: el primer hombre que la conquistó, ese que no tiene nada que ver con la actuación, sino el que la hizo soñar por primera vez fuera de la presión de las cámaras y las cálidas luces de los sets de grabación.
Se trata de Gonzalo Valenzuela, a quién conoció en las filmaciones de “Papá a la deriva” en el 2015. Cuentan que fueron sentimientos a primera vista, pues sólo en cuestión de horas, la pareja de protagonistas decidió pasar su historia de teleserie a la vida real. La prensa catalogó dicho pololeo como romance de novela, y es que, entre tantos cariños de mentiras e interpretar frente a cámaras de que se quieren con locura, los sentimientos nacieron de verdad.
Producto de ese pololeo, María Gracia tuvo a su hija Anka, quien nació el 30 de septiembre de 2019. Sin embargo, todo se acabaría. Periodistas como Cecilia Gutiérrez aseguran que Valenzuela jugó con el corazón de la actriz y que ella, sin dudar, decidió poner fin para continuar con su vida. Luego en el 2020 el destino le sonreiría de nuevo a la intérprete, al ponerle en su camino a Nicolás Oryazún, con quien, aseguran, sostuvo un pololeo secreto que traspasó la pantalla después de “Edificio Corona”.