La tercera temporada de “The Voice Chile” terminó el tres de agosto y el ganador se decidió por la votación del público. Pablo Rojas fue el campeón indiscutido de este reality debido a su excelente talento y por ser el más querido por la teleaudiencia. De ir a la universidad para conseguir un título a grabar su primer disco, el cambio en la vida del estudiante dio un giro de 180 grados y te contaremos su historia.
Pablo Rojas tiene 23 años y nació en Curicó, región del Maule, donde se crió junto a su hermana mayor y sus padres. La música siempre estuvo presente en el hogar del pequeño, ya que sus primogénitos tenían un dúo musical cristiano y fueron agregando a sus hijos a esa banda. “Cuando yo apenas sabía balbucear, me incorporaron. Me han llevado toda su vida con ellos, desde muy chico, y así aprendí”, enfatizó el ganador de “The Voice Chile”.
La música para el cantante es motivo de felicidad y unión. El campeón destacaba en los actos y festivales escolares, mejorando su capacidad de realizar composiciones. Sus padres se separaron cuando él tenía cuatro años, su hermana se alejó de su familia y Pablo Rojas se estableció en Concepción para estudiar ingeniería forestal, pero se vio obligado a congelar su carrera debido a que perdió el beneficio de la gratuidad. Aunque con su familia, con el paso del tiempo, siguen unidos gracias a las canciones o creaciones musicales.
El casting de “The Voice Chile” fue un milagro caído del cielo y tuvo la oportunidad de presentarse y quedar dentro de los posibles candidatos. Durante la primera sección del programa, llamada "Audición a Ciegas”, Pablo Rojas cantó “En el silencio de la noche”, de Alexander Pires y fue elegido por el Team Gente de Zona. El resto es historia: avanzó todas las fases y en la final se llevó el primer puesto tras obtener el 45,60 por ciento de los votos. Para alegría del flamante vencedor, él se llevó 15 millones de pesos, un auto MG ZX y un contrato para realizar un disco con Universal Music.