El final del longevo reinado de Isabel II provocó un sinfín de modificaciones en la estructura de la familia real. Tras 70 años en el trono, fueron propios y extraños los que atestiguaron la reactivación de estos protocolos. En el caso del príncipe William y Kate Middleton, se supo que tras esta resonante noticia, se convirtieron en los nuevos “príncipes de Gales” de la corona.
En esa línea, se sabe que quienes portan estos títulos suelen residir en el Castillo de Windsor, a una hora de Londres. Es por eso que se esperaba que el príncipe William y Kate Middleton se mudaran allí con sus hijos. Dicha residencia era altamente visitada por la reina Isabel II, para alejarse del ruido del Palacio de Buckingham.
No obstante, el príncipe William y Kate Middleton sorprendieron al decidir trasladarse a Adelaide Cottage, una residencia más pequeña pero ubicada en la misma finca de los terrenos del Castillo de Windsor. Los ahora príncipes de Gales tenían la idea de residir en un lugar menos espacioso en el cual pudieran cubrir todos los quehaceres, sin una presencia tan cercana de sirvientes y asesores.
Si bien el príncipe William y Kate llevan poco más de una semana residiendo en Adelaide Cottage, el deceso de la reina Isabel II provocó que se especule sobre la idea de que se trasladen al castillo. Finalmente, una fuente cercana al matrimonio le confirmó al medio The Telegraph que “las cosas cambian cuando la dinámica familiar es tomada en consideración, y querrán la menor interrupción posible en la vida de sus hijos en este momento", dijo sobre la posibilidad de mudarse nuevamente, tras dos semanas. Además, señaló que "están muy felices en este momento y durante la próxima década, más o menos, todo estará dictado por lo que es correcto para los niños", remarcó.