Viernes 29 de Diciembre 2023
REY CARLOS III

El desopilante blooper del rey Carlos III con una lapicera

El nuevo monarca británico no parece estar muy cómodo en su nuevo rol.

Fuente: (Twitter)
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Escrito en ENTRETENIMIENTO el

El final del longevo reinado de Isabel II provocó el surgimiento del rey Carlos III como el máximo mandatario del Reino Unido. A sus 75 años el hijo de la difunta monarca asumió las responsabilidades hereditarias que, por un momento, parecían no llegar más. En sus primeras intervenciones como rey, no parece estar muy cómodo.

El rey Carlos III perdió la paciencia con una pluma. Fuente: (Twitter)

Este martes, el rey Carlos III visitó Irlanda del Norte como parte de su gira por todo el Reino Unido para conducir el duelo nacional por Isabel II. Durante la mañana, el monarca estuvo junto a los principales líderes de los partidos políticos en el castillo de Hillsborough, y protagonizó un hecho desopilante al intentar firmar el libro de visitantes.

El momento en el que el rey Carlos III pierde la paciencia, ante los intentos de los colaboradores por no reír. Fuente: (Twitter)

El rey Carlos III, visiblemente de malas, se dispuso a firmar el libro y, tras colocar la fecha, hizo la pregunta que desató las tímidas pero progresivas risas de los presentes: "¿Hoy es el 12 de septiembre?", preguntó el monarca a Camila, reina consorte y a sus colaboradores. Al verificar que se equivocó de día, la cara de frustración del rey denotó que se le vino el mundo encima: “Oh, dios, cómo odi* esto”, dijo inmediatamente.

El rey Carlos III se enojó con una lapicera tras equivocarse el día en el que estaba viviendo. Fuente: (Twitter)

Sin embargo, el blooper del rey Carlos III no concluye ahí, sino que su indignación creció al darse cuenta de que se manchó sus dedos con la tinta de la pluma, que parece haber rebasado: "¡No tolero esa maldita cosa! Siempre pasa lo mismo, en cada bendita ocasión", exclamó visiblemente enojado antes de abandonar el recinto. Finalmente, su esposa Camila completó el registro, mientras las caras de todos los colaboradores conformaban toda una oda a la supresión de la risa.