Este jueves Gran Bretaña se paralizó, luego de que la Reina Isabel II a sus 96 años partiera físicamente. Fueron 70 años y 264 días de reinado. Durante su mandato vio hechos históricos que marcaron un antes y un después en el mundo, como la desintegración de la Unión Soviética, la caída del muro de Berlín, la llegada del hombre a la luna, el atentado a las torres gemelas y el magnicidio a John F. Kennedy.
Sin duda, es una dama que evidenció procesos que hoy se recuerdan en las escuelas. En este sentido, en medio de la conmoción por su pérdida de vida, la familia real se reunió en el Palacio de Balmoral en Escocia, para estar todos juntos en el momento de que la Reina Isabel II cerrara los ojos para siempre, incluso, el príncipe Harry, quién estaba alejado de la monarquía.
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El hijo menor del ahora Rey Carlos y Diana de Gales estaba en Inglaterra cumpliendo compromisos laborales junto a su esposa cuando se enteró de que su abuela estaba mal de salud. Allí decidió viajar con los demás miembros de la familia real, no obstante, Meghan Markle no lo acompañó.
Aunque los medios británicos especularon de que Meghan Markle estaba en el avión que trasladó a la familia de la Reina Isabel II a Escocia, no la vieron bajar de la aeronave, confirmando así su ausencia en este momento tan importante para la monarquía británica. Lo más seguro quiso quedarse al cuidado de sus dos hijos en común con el Príncipe Harry, Archie y Lilibeth.