El escándalo reciente de Maite Orsini conocido como el "Telefonazo”, devenido del conflicto entre Jorge Valdivia y Daniela Aránguiz, ha recordado a la ciudadanía que no se trataba de la primera vez que la diputada se había visto involucrada en situaciones polémicas que han logrado incomodar a su propio partido.
Sucede que a Maite Orsini aún la persigue su doble vida, la misma que en un pasado ha intentado derrumbar su candidatura y aprobación dentro de su propio espacio político, Revolución Democrática. El paso de la parlamentaria por el mundo de los espectáculos le ha permitido el acceso a la popularidad y el reconocimiento; sin embargo, esto ha resultado contradictorio en su labor territorial dentro de la política.
Actualmente, Maite Orsini enfrenta una polémica que ha ocupado los principales titulares de la prensa al ser denunciada por tráfico de influencias para alertar de un presunto ilícito vinculado a Jorge Valdivia y su exesposa, Daniela Aránguiz. No obstante, no es la primera situación de controversia que vive la diputada y que la ubica en una comprometedora situación como representante.
Lo cierto es que el mundo del espectáculo siempre ha sido parte de Maite Orsini. Incluso antes de ocupar su cargo como funcionaria, la hija de la artista Maite Pascal creció bajo las luces de la televisión. Cuando era pequeña, comenzó su carrera como actriz de teleseries y ya a los pocos años se convirtió en animadora de programas para niños. Cuando decidió estudiar la carrera de Derecho, la hija de la cantante ya era famosa, aunque debió enfrentar siempre ese estigma en un ámbito potencialmente conservador.