De un tiempo a esta parte, el entorno familiar del periodista y analista deportivo Fernando Solabarrieta ha tomado un protagonismo sin precedentes en el mundo del espectáculo local. Y es que producto de un año tan particular y determinante para él, el comunicador halló un refugio sólido e indestructible junto a sus seres queridos, quienes vieron crecer su relevancia pública de forma exponencial.
Como parte de uno de los matrimonios predilectos de la farándula, Fernando Solabarrieta e Ivette Vergara cuentan con un importante grupo de seguidores, fanáticos y curiosos que, a diario, atestiguan momentos preciados de sus vidas. Con los años, esta particularidad se ha trasladado, incluso, a los hijos de la pareja, Nicolás, Maite e Iñaki Solabarrieta.
Como es de público conocimiento, el clan está atravesado por la vida en familia, pero también por una perspectiva sana y deportiva. Estos valores, inculcados por Fernando Solabarrieta e Ivette Vergara, permanecen casi intactos. Y es que durante los últimos meses, el mayor de los retoños, Nicolás Solabarrieta, abandonó su sueño de convertirse en un futbolista consagrado para dedicarse a la moda.
Producto de esta decisión, Nicolás Solabarrieta acaparó la atención los medios locales, especialmente la del exdeportista y actual animador Mauricio Pinilla, quien lo entrevistó durante la noche de ayer. En una charla tranquila, profunda y desestructurada, el hijo de Fernando Solabarrieta se sinceró sobre su realidad. Con honestidad, el joven analizó el peso de la fama, la vida a la sombra de sus padres y sus sueños por cumplir.