¡Pasa en todas las familias! ¿Quién no escuchó alguna vez hablar que las abuelas tienen un nieto preferido? La reina Isabel II no esta exenta de esta teoría según señalaron fuentes vinculadas a la monarca. Es que desde siempre se sostuvo que el príncipe Harry era la debilidad de la dueña del trono, sin embargo, pese a la renuncia a los beneficios del clero, a la recientemente homenajeada no le quedó otra opción que correr su foco de atención y centrarlo entre sus decenas de herederos.
Todo comenzó en 2020 cuando el hijo de Lady Di y el príncipe Carlos decidió independizarse de la Corona Británica y abandonó todo por amor. Esta decisión causó un terrible pesar en la reina Isabel II quién hizo todo lo posible por retener a su nieto de 37 años a su lado. Sin embargo, el príncipe Harry no le perdonó a su abuela el desamparo hacia su esposa Meghan Markle. En este contexto, el tan ansiado puesto quedó vacante y su majestad había comenzado el largo camino de encontrar el sucesor de su conflictivo nieto.
Durante la pandemia se pudo observar a la reina Isabel II muy cercana a Luisa Mountbatten-Windsor, la primogénita del príncipe Eduardo, su hijo menor. Pero al parecer, la monarca también tendría que aceptar las aggiornadas decisiones de su descendiente, pues la joven de 18 años había solicitado no tener el título de princesa para no cumplir con las obligaciones del clero. En este sentido, los padres de la supuesta elegida dejarían que su retoña adquiera su independencia económica y manifieste su voluntad de ser o no un integrante de la realeza. Pero su madurez y sus peculiares formas de mirar la vida habrían hecho que Luisa sea la nueva nieta preferida.
No obstante, se corre el rumor en el interior del palacio de Buckingham que Luisa no sería la sucesora del príncipe Harry sino que Beatriz de York se habría ganado el favoritismo de la reina Isabel II. Esta especulación comenzó a circular cuando la princesa de York, en las últimas apariciones públicas, se enseñó asistiendo a los eventos en representación de su abuela debido a sus problemas de movilidad. Si bien la primogénita del príncipe Andrés esta haciendo méritos para ocupar el puesto de favorita, lo cierto es que por una cuestión de diplomacia y empatía con los otros integrantes de la realeza, la dueña del trono mantendrá en secreto su inevitable elección, pues el amor por un nieto en particular es algo que del que los adultos mayores no pueden escapar.