Empezamos el año preguntándonos cómo iba a ser el futuro del príncipe Harry y de su esposa Meghan Markle, y solo tuvieron que pasar un par de días para obtener una respuesta concreta. Situado en el absoluto centro de atención de la prensa internacional, el hijo de Lady Di toma la posta de su madre y desclasifica los secretos mejor guardados de la corona, además de volver a todos sus parientes en su contra.
Es una realidad que los vínculos de la familia real británica se vieron tocados por el fallecimiento de la Reina Isabel II, y con las primeras acciones de Carlos III en el trono empezamos a dilucidar como se verá la vida del príncipe Harry, ya alejado de Buckingham y de sus responsabilidades como “Royal”. Ahora, las últimas medidas del actual Rey dejan el quiebre familiar en evidencia.
Y es que, desde un principio, el monarca del Reino Unido dejó muy en claro que las cosas iban a cambiar en su administración, y así lo hizo, especialmente con todo lo referido al duque de Sussex. El príncipe Harry, quien fue invitado a regañadientes a la coronación de su padre este 6 de mayo, no tendrá participación directa en la ceremonia. Esta es una de las mayores consecuencias (hasta el momento) de la publicación de “Spare”, una autobiografía donde no escasean las críticas hacia la monarquía.
El príncipe Harry y Meghan Markle han puesto en jaque a las autoridades máximas y a las tradiciones británicas, y ahora están comenzando a ver los resultados. Además de este castigo protocolar, lo que más preocuparía al matrimonio sería la posible excepción de los títulos reales de sus retoños y de la consecuente herencia, lo que podría dejarlos en una mala situación económica cuando sus padres ya no estén.