Era el 2010 y el Mundial estaba en boca de todos. Shakira sonaba en todas las radios con su canción Waka Waka y Gerard Piqué aún jugaba en el FC Barcelona de Lionel Messi. Ese mismo año, en la cumbre del éxito profesional, ambos oficializaron su noviazgo y se convirtieron en una de las parejas más populares del panorama internacional. 12 años y tres hijos después, los problemas salieron a la luz.
Que la relación no funcionaba desde hace tiempo se veía venir desde que empezaron a saltar en los titulares de prensa las supuestas infidelidades de Gerard Piqué y que Shakira tenía que soportar. La confirmación no llegó hasta el 4 de junio de este año, mediante un escueto comunicado en el que la artista oriunda de Colombia hacía público el fin de doce años de vida en común.
A partir de ahí, el estallido mediático no se hizo esperar. Comenzaron las persecuciones entre Shakira y el futbolista y pronto se pudieron ver las primeras imágenes de Gerard Piqué con su nueva novia, la catalana Clara Chía, de 23 años, a quien el futbolista, de 35, había conocido en un local nocturno al que solía acudir con sus amigos.
Tras varios meses de negociaciones entre sus abogados, el pasado 1 de diciembre Shakira y Gerard Piqué firmaron el acuerdo que permitirá que la cantante pueda establecerse en 2023 con sus hijos en Miami (Estados Unidos), donde tiene una residencia y donde su familia materna lleva residiendo los últimos años. Aunque la situación no parece estar cerca de cerrarse, sí podría decirse que actualmente hay un acuerdo de paz entre la cantante y el exfutbolista.