Con frecuencia, las determinaciones políticas de los funcionarios públicos repercuten en sus vínculos y en la designación de su círculo o "mesa chica". Las personas de confianza, fundamentales para desempeñar una labor de peso, no siempre abundan. Por este motivo, Gabriel Boric llevó adelante una decisión que acaparó la atención de sus simpatizantes y desertores por igual, al acercarse a un político de renombre con el que mantiene múltiples diferencias.
Que el mundo político se polarice no es extraño; sin embargo, cada segmentación parece responder a diversos escenarios y contar con características propias. En el caso del Presidente Gabriel Boric, algunos distanciamientos son momentáneos. Y es que, a pesar de las asperezas, el primer mandatario escoge dialogar con sus detractores más cercanos en lugar de quebrar completamente sus frágiles vínculos.
En las últimas horas, Gabriel Boric tomó una determinación: minimizar su lejanía con el exPresidente, Sebastián Piñera. Invitados a la asunción del flamante Jefe de Estado de Paraguay, Santiago Peña, ambos políticos viajaron en el avión presidencial y dialogaron un buen rato. "Estos gestos le hacen bien a nuestro país y creo que estas instancias contribuyen a mejorar el diálogo, mejorar el clima y espero que hoy día si ya no haya más excusas para que todos nos sentemos a la mesa y logremos un acuerdo por el bien de Chile", admitió el primer mandatario a los medios locales.
Además, según las más recientes declaraciones de la ministra del Interior, Carolina Tohá, los esfuerzos de Gabriel Boric por ampliar su visión política no han culminado: el Jefe de Estado convocó a los partidos de la coalición opositora "Chile Vamos" para debatir diversos tópicos, a fin de "ver la posibilidad de lograr algunos entendimientos en la agenda que se va a llevar al parlamento en materia de probidad y también reafirmar los compromisos que hemos tomado en materia de seguridad”.