Este domingo, el Flamengo de Arturo Vidal se enfrentó al Fluminense en el clásico de mayor relevancia en el fútbol brasileño. El equipo del “King” tenía la obligación de no perderle pisada al líder Palmeiras en caso de querer mantener con vida las aspiraciones de hacerse con la triple corona.
El clásico comenzó muy intensamente, con un expulsado en el banco de suplentes del "Flu", y varias chances claras de gol para ambos lados, mientras Vidal esperaba su chance desde el banco de los suplentes. El "King" ingresó en el ya habitual cambio por Thiago Maia con el cotejo 0-1, ya que Ganso convirtió de penal antes del final de la primera mitad.
Para mala fortuna de Arturo Vidal, no llevaba ni cuatro minutos dentro del campo que, tras un frentazo de Allan de Souza, el "Flu" se puso 2 a 0. En el gol sorprende el movimiento del experimentado David Luiz que, inexplicablemente (o no), obstruye el salto de su propio arquero para intentar despejar. A diez minutos del final del encuentro, Flamengo encontró el descuento por Gabigol.
Desde allí, los integrantes del "Flu" comenzaron a arrojarse al suelo más tiempo de lo normal para enfriar a sus rivales, y eso empezó a hacer perder la paciencia al equipo de Arturo Vidal, y se generó un tumulto seguido de algunas agresiones menores. El “King” entendió que enojarse era perder más tiempo para remontar, y terminó separando a dos históricos de la selección brasileña como David Luiz y Felipe Melo y fue reconocido por los comentaristas del partido. No obstante, el árbitro terminó expulsando a dos por lado, y a otra cosa. Con esta derrota, se corta una racha del Mengao de diez cotejos sin perder en el Brasileirao, y se aleja de uno de sus tres objetivos de esta temporada.